viernes, 26 de noviembre de 2010

Carta de un condenado



"Un ser ardiente, claro de deseos, alado,
quiso ascender, tener la libertad por nido.
Quiso olvidar que el hombre se aleja encadenado.
Donde faltaban plumas puso valor y olvido.
Iba tan alto a veces, que le resplandecía
sobre la piel el cielo, bajo la piel el aire.
Ser que te confundiste con una alondra un día,
te desplomaste otros como el granizo grave"
(Fragmento de "Vuelo" de Miguel Hernández)


Por las noches..., cuando estoy en mi celda oscura donde la humedad cala mi cerebro, entonces...me refugio en el calor de las brasas de mis pensamientos. Con la sonrisa blanca de la luna y echado sobre mi esparto, pienso que si muero..., puedo morir tranquilo.  A mi hijo, le dejaré la mejor herencia, la que a mí me dejaron mis padres, no hacer daño a quien nada te hizo, nobleza y luchar de frente. Siempre mirando a los ojos, siempre cuidando al inocente. Le pido a Dios que el destino le coloque en sendas de soles, que el viento le lleve a flores amorosas de pétalos reales, que no se encuentre nunca con ladrones de almas que le roben su alegría de niño...sólo eso pido, echando por mis ojos secos las últimas lágrimas de mi ser consumido en batallas. 
Fui condenado por creer, por amar, por tener ideales y en este mundo en el que anduvieron mis pies, fue un desacierto.
Ahora que estoy en paz con la vida, espero que la muerte me lleve sin sobresaltos, espero su delicioso abrazo de sosiego, quiero que me lleve lejos para dejar de sufrir por sentir.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Mujer Tormenta





"Entonces, en mi niñez, en el amanecer de una muy tempestuosa vida,
se sacó desde cada profundidad de lo bueno y de lo malo,
el misterio que todavía me ata:
desde el torrente a la fuente,
desde el rojo peñasco a la montaña,
desde el sol que alrededor de mí giraba,
en su otoño teñido de oro,
desde el rayo en el cielo
que pasaba junto a mí volando,
desde el trueno y la tormenta,
y la nube que tomó la forma
(cuando el resto del cielo era azul)
de un demonio ante mi vista"
(Edgar Allan Poe)




La mujer Tormenta no puede gesticular cuando el Dolor llama a su puerta,
a la mujer Tormenta le salen chispas rojas por los ojos,
frunce el ceño y el pelo de su piel se eriza como el de una bestia,
resopla mareas de aire y arremolina tempestades alrededor,
nadie es capaz de acercarse a la mujer Tormenta,
hasta el Dolor..., sale espantando con ojos de pavor y sólo regresa a ella...,
cuando está en soledad,
entonces..., la mujer Tormenta choca las nubes con sus manos de agua y...
caen lluvias torrenciales en los rincones de su ciudad,
después..., la mujer tormenta se pierde en el anochecer.

martes, 16 de noviembre de 2010

Cuatro años



"También vio el cuerpo de su hjio y el de su nuera, y un poco más lejos a la niña, envuelta en pañales, con los ojos muy abiertos e ilesa, y a su lado una muñeca, tan grande como ella, pero decapitada por un trozo de metralla..."
(Philippe Claudel)


Todos los meses iba a ver a su marido, le llevaba unas siemprevivas (por aquello del nombre) y tambíén, se proveía de una garrafita de agua y un paño.
Cuando llegaba..., Aurora hacía siempre el mismo ritual. Primero, charlaba con su marido , después le rezaba una oración y por último limpiaba la lápida con dedicación y esmero como si se tratase del cuerpo del mismísimo muerto.
Después, su hijo la llevaba de nuevo a su vieja casa del centro de la ciudad, ya apuntalada y con alguna que otra cucaracha.
Esa mañana iría a ver a su madre, de visita, para variar.
Siempre ocupado en su productora de cine, Eduardo tenía ya una familia propia  con dos hijos que cuidar y un trabajo bien remunerado. Esa mañana era distinta, los vecinos subirían a ver cómo se encontraba su madre. Tendría que causarles buena impresión, pidió ayuda a su mujer para elegir la corbata y se fue para allá.
Cuando llegó, Aurora le estaba esperando. Hacía un mes justamente que no sabía nada de ella. La besó en la frente y con una voz enérgica propuso que se arreglase un poco, él abriría las ventanas para que entrase el aire. El invierno era frío, con mucho viento.
Aurora le miró preocupada:
-Eduardo...¿te has olvidado de la fecha de hoy?, ¿sabes que día es?
Eduardo sacó un regalo del bolsillo de su chaqueta y mirándola orgulloso se lo colocó en las manos agrietadas a su madre.
-¿Te has acordado hijo?.
La anciana lloraba de emoción.
-Gracias hijo, me has leído el pensamiento. ¡Cómo te has acordado de tu madre!.
Apretó el ambientador contra su pecho como el que aprieta algo vivo.
-Mamá,  claro que me acordé, hoy se cumplen justamente cuatro años de tu muerte. He traído el ambientador como prueba de mi amor por ti. Los vecinos cuando suban no notarán el mal olor. Olerá a melocotón, tú reirás y yo llevaré una corbata perfecta.
Aurora sonrió, su hijo lo sabía y además...se había acordado. Llevaba cuatro años muerta.

lunes, 15 de noviembre de 2010

El ángel herido




http://www.youtube.com/watch?v=z-X-MPAfD24&playnext=1&list=PL19A645090C9B7F8C&index=20


En las puertas del infierno ha entrado por casualidad un ángel camuflado, mimetizado en negro,
es un ser inmortal que reparte su alma en dos mundos paralelos,
se quedó arrinconado en la barra de un bar empapándose en llanto y alcohol,
plegó sus alas pues siempre se había avergonzado de ellas.
Los demonios saltaban moviendo sus colas de fuego,
a veces la golpeaban,
¿habéis visto algo más hermoso que unos diablos contentos y rojos bailando en una noche negra de violenta tormenta?
pudo distinguir hasta a un diablo blanco,
muy raros de encontrar en el reino del Hades,
estaba hechizado con filtros de amor
el amor llega incluso hasta al mismísimo averno.
El ángel esperaba a que un demonio negro quemase sus alas convirtiéndola en mortal,
suspiraba y suspiraba,
era el sitio ideal para acabar con el sufrido peso de unas alas enfermas,
Un recuerdo llegó a su mente, el destino que andaba por ahí se lo sopló en la oreja echando humo y aire:
-Almita desangelada, has perdido tu inocencia por un demonio cabrón.

miércoles, 10 de noviembre de 2010



"Margarita, está linda la mar,
y el viento lleva
esencia sutil de azahar.
Yo siento en el alma una alondra
cantar tu acento.
Margarita, te voy a contar un cuento..."
(Rubén Darío)




¿Sientes frío?
ven, cobíjate en mis brazos,
te acurrucaré entre mis pechos
abrigándote a besos,
hoy podemos ser niños inventando juegos.
Haremos barquitos de papel que atravesarán nuestros mares,
mezclando mar con mar de parte a parte,

Seré tu muñeca por hoy, te lo prometo,
podrás desvestirme a tu antojo,
deshaciendo mis lazos,
descosiendo costuras y mis encajes blancos,
quiero que robes mi cuerpo como un pirata malvado
mordiéndome el corazón.

Pondremos cucharitas y platos para el té de los sueños,
sobre manteles de cielos cuajados de rayos de sol
tazas de ardientes consuelos servidas con yemas de fuego,
bebidas de almíbar y fruta ahogando al ansioso deseo.

Esta noche puedo ser ...
una hambrienta princesa
en mi castillo de fuego y tú...
mi príncipe azul,
la soledad me ha cegado,
invéntame sueños,
esta noche amor, creeré  todos tus cuentos.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Perfectamente muerta

"Soy la virgen misteriosa
de los últimos amores,
y ofrezco un lecho de flores,
sin espina ni dolor,
y amante doy mi cariño
sin vanidad ni falsía,
no doy placer ni alegría,
más es eterno mi amor"
(José de Espronceda)





Perfectamete muerta,
aleteo de un pájaro en silencios de hospital,
el destino es un golpe asestado en la nuca.
Quiero filtrarme feliz como el agua en la amorosa tierra,
buscando cuevas donde descansar,
donde sólo entren corrientes de aire melancólicas, inertes, sin voz
fotos recortadas de playas desiertas
playas donde los ecos de las ánimas vayan rumiando soledad,
lodazales de tormentas.
Desangrándome lenta,
desangrarse es un placer,
ahora un río de sangre vacía mis ojos pausado.
Perfectamente muerta.
Soy una tumba anónima que no quiere ser visitada.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Patatas de pasión






Alicia era una mujer muy desgraciada. Nunca había conocido el verdadero amor.
Siempre terminaba sus relaciones exhausta de él, siempre se iba de sus vidas. ¿Por qué?, porque Alicia, aunque es verdad, que tuvo pocos amantes nunca llegó al culmen del amor en la cama.
Sí, ella sabía, podría encontrar quizás una relación sin sexo, un amor puro que rayase el misticismo más absoluto y ser algo así como un ángel;  pero ella sentía tanta curiosidad por aquello, una curiosidad insaciable.
Un mágico día encontró a Carlos. Ambos se enamoraron desde el primer momento y después llegaron los besos y las caricias. Tras algunos meses decidieron iniciar una convivencia juntos. Tampoco Carlos había hecho de Alicia lo que se dice una mujer radiante.
Un buen día Alicia estaba sentada en el sofá con un cigarro y una lata de cerveza en la mano, estaba viendo las motos. Sus piernas estaban extendidas porque Carlos se había preocupado de buscar un escabel para su princesa.
Mientras Carlos barría el salón de la casa ocurrió algo extraño,
De repente, se produjo algo así como un chasquido eléctrico, parecía que procedía de la garganta de Alicia que además se había incorporado y le miraba salvajemente.



http://www.youtube.com/watch?v=imVxloi-na8

 Carlos no era tonto, supo entonces el tipo de mujer con la que estaba librando la batalla.
Sin decir oxte ni moxte, le cogió suavemente de la mano y le llevó a la cocina. Carlos cogió una patata tras otra y con cuchillo en mano peló media docena. La llama del deseo prendió en el sexo de Alicia de una manera incontenible, atroz.
Carlos batiendo huevos, echando sal, friendo. Alicia excitándose, contoneándose nerviosa mientras veía a su amor. ¡Dios mío!, sí, estaba haciendo una tortilla de patata, ¿cómo se le podría haber ocurrido semejante acto de amor?. Cada vez que Carlos le daba la vuelta a la orgullosa tortilla, Alicia se estremecía,  quería ser volteada.
Cuando él acabó de cocinar, el cuerpo de Alicia era una pantanal   y... arrollando a Carlos, tropezándose contra cachivaches varios, se abalanzó sobre él asediándolo contra el fregadero. Después , desnudos en el suelo, juntos como demonios salvajes hicieron el amor una vez tras otra, desenfrenadamente. Alicia y Carlos, Carlos y Alicia repitiendo plato tras plato. Nunca unas patatas fueron tan bien cocinadas, nunca unas simples patatas hicieron tan feliz a una mujer.