lunes, 10 de enero de 2011
El rebaño
El rebaño de ovejas estaba alborotado. Sólo había dos ovejas negras pero... las muy maliciosas se pasaron toda la mañana murmurando y con cara de pocos amigos.
Estaban mirando con recelo al perro ovejero que las conducía todos los días por las veredas hasta el más verde de los valles del lugar, allí podían comer sin conversar, la hierba era tan fresca y apetitosa que no tenían tiempo de pensar en nada más y podían escuchar el suave murmullo del agua del río arrullándolas en su inocente tranquilidad.
El sol era tan intenso que entornaban sus ojillos ovejunos y se dejaban calentar a ciegas los rizos con su reconfortante calor.
Cuando la única oveja gris del rebaño les preguntó a esas dos bronquistas qué es lo que pasaba, una de ellas le expresó su descontento con el perro pastor. Hacía tiempo que se habían dado cuenta que no era lo que parecía.
La oveja gris se alarmó y se lo comentó al resto del rebaño, todas levantaron la vista hacia el perro que las conducía todas las mañanas de su vida y al verlo huyeron espantadas, todas se desperdigaron y tomaron caminos diferentes.
El perro se había convertido en un macho cabrío de larguísimo rabo y olor a azufre, ya no era ese amigable guía que las sonreía y tiraba piropos de vez en cuando para alegrarles la vida. Era un oscuro cabrón mal encarado de cuernos retorcidos que echaba humo por sus orejas.
Pero no fue él lo que las espantó.
El valle se había transformado en un auténtico vertedero al lado de una fábrica que calentaba el aire con sus humos infernales y en las aguas del río donde abrevaban cada mañana flotaba una gruesa capa de aceite venenoso.
Publicado por
Ojosnegros
en
22:31
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Etiquetas:
Goya. El aquelarre.
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Pobrecitas, ahora me dan pena de no tener un valle verde donde comer y retozar, ni agua fresca y no contaminada para beber. Que mal.
ResponderEliminarBesos ojitos.
PD: A quién madruga dios le ayuda eh? jaja
Lo del perro le ocurre a muchos humanos.
ResponderEliminarBesos.
Malditos humanos que con su despiadada soberbia ,destrozan la naturaleza.
ResponderEliminarEstoy con Toro.
Besos cielo.
Es el destino: a nuestro alrededor, en cualquier situación y circunstancia, siempre surge el "cabrón" de turno que viene a envenenarnos la vida.
ResponderEliminarA veces, en la vida, irrumpen machos cabrios que nos lo destrozan todo...
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, amiga
Malos tiempos para parar la industrialización de todo territorio. Sociedades consumistas!!
ResponderEliminarUn abrazo.
la vida misma...
ResponderEliminarbuena metáfora
Todos los cabrones son iguales jajaja, enhorabuena me llegué a convertir en oveja y comiendo estaba el pasto cuando llegó la gris. Buen año y biquiños, tenia ganas ya de estar aqui leyendote.
ResponderEliminarUna metáfora de la vida, sin duda.
ResponderEliminarSaludos.
Qué bonito escribes algo tan tremendamente brutal como es lo que estamos haciendo con el Universo...
ResponderEliminar¿Qué vamos a dejar a las futuras generaciones?...
Besos. Miles.
la civilización había llegado detruyéndolo todo; incluso los paisajes y las personas hermosas...
ResponderEliminarExcelente relato.
Un abrazo.
Todo lo que el hombre ha creado en la sociedad materialista contamina al hombre...Los líderes nos asustan y andamos cada cual por nuestro lado...Magnífica crítica de nuestro mundo amiga...!
ResponderEliminarLa crisis nos va a hacer pensar a todos...Espero que sepamos madurar y darnos cuenta de que la materia nunca debe conducir al espíritu,porque estamos en una calle sin salida...Vamos a revisar los principios y valores ya...!!
Mi felicitación y mi abrazo grande.
M.Jesús
Un relato que es toda una denuncia medioambiental. Muy interesante tu visión y esa transformación que afecta a la naturaleza. Original.
ResponderEliminarBesoss
Y seguimos destrozando y destrozándonos sin conciencia alguna. Muy bueno! Un abrazo.
ResponderEliminarpobre perro ! y pobre ellas ...
ResponderEliminaresto me convence de que hablando se aclaran las cosas !
Un beso fresco de campo verde :)
Con su chusmerío no fueron quizás ellas mismas las que modificaron todo...?
ResponderEliminarPara pensarlo!
Muy buena historia!
Un beso o 2 !
Pobrecillas, deberíamos pensarlo dos veces antes de dar por hecho que el progreso se encuentra de esa forma. Preciosa historia, ojos!:)
ResponderEliminarUn besazo!:)
curiosamente he mandado un trabajo a mis alumnos sobre Goya, y la serie los caprichos...
ResponderEliminarMuy interesante
Ojalá nunca llegue ése tiempo, auqnue a veces, veo a cuculís renegridas de tanto smog ¡pobres! me dan tanta pena esas avecillas silvestres!!
ResponderEliminarcasi mejor no darse cuenta ¿no?
ResponderEliminarQue mal despertar!
Hay rebaños que ni aún así se desperdigan, prefieren arremolinarse ante los anuncios publicitarios de la tele, que les cuenta mentiras muy bonitas.
ResponderEliminarVengo del blog de Pilar. Un placer encontrarte, así que me quedo.
Salud.
Pobres animales no aprendemos más vivimos destruyendo la naturaleza. Como siempre exelente relato aunque hoy me voy con un poco de bronca....besos
ResponderEliminarQuizás la maldad cuando se siembra llega a cegar y convencer de lo que los ojos no muestran... un beso.
ResponderEliminarestoy con Acapu!
ResponderEliminarbuena historia,besitos*
Que mal!
ResponderEliminarBesitos para ti y lo mejor para el Universo entero.
mar
buena metáfora, nunca nada es lo que parece... un perro pastor no tiene que ser buen guía (ni si quiera perro)... y una oveja negra, digamos que no hay que ver el negro como un mal color... me encantó tu relato de hoy
ResponderEliminarun abrazo, ojosnegros
salut!
Somos un rebaño de 6.000 millones de ovejas y crecimiento exponencial. ¿A dónde habremos de huir en desbande, cuando ya haya fábricas por todos lados?
ResponderEliminarPor otro lado, estoy con Toro: no sé si al perro le habrá pasado semejante cosa como la que dijeron las ovejitas, pero estoy seguro de que a muchos humanos sí. Y la fábrica se va construyendo todos los días sin que te des cuenta.
Qué blog más increíble, cada post es una historia digna de leer y releer mil veces :D.
Jack, de "Mientras duerma la osa".
DESDE LUEGO, HOY NO HAS DEJADO TITERE CON CABEZA. nO TENIA NI IDEA DE QUE ESTO IBA A ACABAR ASI. lAMENTABLE SORPRESA. uN BESO. mE ENCANTAN TUS RELATOS,....TAN.....INESPERADOS.
ResponderEliminarel hombre es malo por naturaleza
ResponderEliminarQue fuerte!!!!!
ResponderEliminarMe llevaste de la mano sin que me diera cuenta a un mundo perfecto, con ovejas monísimas ...pero si hasta oí el sonido del agua repiqueteando entre las piedras del río...hasta que llegó el cabrón...y pensé estará bueno seguro...pero que va me abofeteaste con la cruda realidad.
Tal cual cielo. ´Genial y original.
Besote ojitos negros :)
Lo ven? no necesitamos infiernos o demonios... nos tenemos a nosotros mismos.
ResponderEliminarBesotes para Ojoslindos!
Muchos cabríos disfrazados de perros líder andan sueltos por los caminos.
ResponderEliminarBuen día y un beso.
la injuria, la envidia, las malas artes...podría nombrar diez más, pero todas me llevarían a lo mismo. Basta repetir diez veces un rumor para que deje de serlo y se convierta en realidad y transforme a un amigo de toda la vida en el ser mas despreciable de un momento para otro
ResponderEliminarY una vez que te ponen el sayo...
besos Ojitos, muy bueno lo tuyo
¡Hola, Ojosnegros!
ResponderEliminarEn mi blog te he dejado un pequeño obsequio:
http://diasdeaplomo.blogspot.com/2011/01/inmerecido.html
Vamos una pesadilla hecha realidad!
ResponderEliminarSin comentarios!
Un beso!
;)
Algún día, el lobo y el cordero serán vecinos, pero hasta entonces, paciencia.
ResponderEliminarBuen texto, ojitos.
Besosssss.
Aquí has hecho buenísima gala de tu imaginación, me gusta lo pesadillesco, no te das una idea de lo que me deleita lo azaroso y repugnante. Ay, que voy a ser yo la retorcida, la de los cuernos, la macha cabría.
ResponderEliminarUn abrazo mi querida Ojosnegros. Es un placer leerte.
Yo
Una se casa con un perro piropero y luego se da cuenta del maldito macho cabrón con el que se casó. jajajajaja.
ResponderEliminarEs que me faltó decir esto.
Besotes.
Es algo muy crudo pero real, pobre rebaño, y malditos los hombres.
ResponderEliminarEs triste que seamos tan crueles, la verdad que sí.
ResponderEliminarUn beso.
Cuando una oveja piensa es el preludio de una revolución... 2007 abril.
ResponderEliminarSiempre el hombre...destroza lo natural.No termina...no.
ResponderEliminarLo que no caiga por su peso que esté tranquilo, que nosotros los tiramos...
ResponderEliminarMe gustó el último comentario.
ResponderEliminarUn saludo,
Ángel
Bueno siempre nos queda una realidad disfrazada... supuestamente cada cuatro años podemos cambiar de perro ovejero, aunque el cambio no sea radical y nos lleve por la misma vereda.
ResponderEliminarMe gustó la metáfora.
Un abrazo.